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Son las 22.20 horas en Kiev (Ucrania) del pasado 26 de mayo, sábado por la noche, millones de personas en todo el mundo se agolpan frente al televisor para disfrutar de la retransmisión del partido más importante de la temporada entre el Real Madrid y el Liverpool.

A menos de diez minutos del final del partido y con el resultado ajustado de 2 a 1 a favor del conjunto merengue, el jugador galés Gareth Bale lanza un disparo lejano sin aparente peligro que el guardameta Loris Karius deja escapar entre sus manos decidiendo el partido a favor del Madrid.

Segundos después de este aparente fallo, que venía precedido de otro minutos antes también calamitoso, se desencadena una tormenta mediática en todas las redes sociales que tienen como diana al portero del conjunto inglés.

Un chaval de 24 años que se ve sometido a un sinfín de burlas, protagonista de memes, gif y videos que inundan las redes sociales y corren como la pólvora en los grupos de WhatsApp de los cinco continentes.

Los niños que presenciaron el partido en sus hogares y que celebraban o no al equipo vencedor, pudieron ser testigos en muchos casos de la mofa de los mayores ante el error y el fallo del portero que no estuvo del todo acertado en su actuación.

La violencia en el futbol no es una cosa nueva, ni son las redes sociales quienes han propiciado estos comportamientos, pero sí que hay organismos como el Centre d’Estudis Olimpics de la Universitat Autónoma de Barcelona que estudia los mecanismos de producción y difusión de la violencia a través de las redes sociales con el fin de proponer soluciones para su control.

Además, es necesario, aseguran desde el centro, analizar los modos de interacción con los públicos en las grandes competiciones futbolísticas como es por ejemplo el Mundial de fútbol que arranca el 14 de junio en Moscú.

Cuando hablamos de educar en el buen uso de las redes sociales no debemos olvidar que ésto no va de educar en tecnología sino de educar en valores desde bien pequeños para que los más jóvenes se comporten con respeto a sus iguales cuando usan los medios sociales.

Twitter, Instagram y Youtube son un amplificador de los mensajes de los usuarios y es responsabilidad de cada uno el uso que dé a su perfil. Los usuarios más jóvenes van a las redes sociales a informarse, a divertirse, a compartir, pero es responsabilidad de todos que la violencia no tenga cabida de ninguna forma.

Datos alarmantes

Los estadios de fútbol siempre han sido un hervidero de insultos de muchos de los aficionados. Según el último estudio realizado por la Cadena Ser, dentro de su campaña #SinRespetoNoHayJuegouna de cada tres personas que comentan partidos de fútbol en las redes acaba insultando a alguien.

Los expertos aseguran que la sociedad vive su identidad deportiva de una forma demasiado compulsiva. La sensación de anonimato de las redes sociales muchas veces sirve de acicate para que la hinchada se envalentone frente al adversario y se pierda el respeto con mucha facilidad.

Qué podemos hacer

Los centros educativos y la familia son entornos naturales en los que los más jóvenes deben aprender a tratar con sus iguales. La agresividad, la falta de empatía, los insultos y las descalificaciones no pueden tener cabida en la vida online pero sobre todo porque no la tienen en la vida offline y a eso se aprende desde pequeños y también en las canchas de futbol.

Los padres y educadores jugamos un papel esencial para:

Propiciar espacios de diálogo sobre acontecimientos de la actualidadque dan pie a conversaciones entorno a la búsqueda de la paz, el consenso, el diálogo entre iguales…

Desterrar comportamientos o comentarios despectivoshacia los demás dentro y fuera del campo cuando acudimos con nuestros hijos a un estadio.

Eliminar de nuestro vocabulario los insultos y mofas hacia los más débiles o indefensos o dejar impune comportamientos violentos de nuestros hijos cuando juegan al fútbolcon sus amigos.

No demonizar las redes sociales sino las actuaciones de los usuarios, no olvidemos que los medios sociales son instrumentos y el uso depende de cada persona.

Fomentar actividades en los centros educativos sobre las normas de comportamiento y los valores del deporte.

Como todo, las redes sociales tienen infinidad de usos, tantos como la creatividad de sus usuarios sea capaz de dibujar.

Destaquemos el papel tan importante en la sociedad de masas de las redes sociales como altavoces de movimientos solidarios de alcance global ante una catástrofe, como difusores de iniciativas de investigación ante enfermedades raras, descubrimientos de la humanidad, cadenas de favores…

En estos días de Mundial en los que se retransmitirán en abierto más de 60 partidos que congregarán a millones de ciudadanos, de hinchas y seguidores de todas las razas y condiciones de los 5 continentes, velemos desde el hogar y la familia por un uso responsable y saludable de las redes sociales que hagan disfrutar del deporte y de los equipos a grandes y pequeños.

 

Autor: María Zalbidea,Comunicadora. Creadora del blog Cosiendo la brecha digital y colaboradora de Dialogando.

Comunicadora. Creadora del blog Cosiendo la brecha digital y colaboradora de Dialogando.

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