La tecnología: la ventana al mundo, la crianza: la ventana a la humanidad
Haciendo el recuento de lo que “la pandemia nos dejó”, en casa, como en muchos otros hogares, desde el trabajo hasta la escuela se ha llevado a cabo a distancia a través del uso de la tecnología. Tratando de documentarme mas en el tema di con el término “padre tecno positivo” que se usa para referirse a la actitud positiva que tomamos hacia el uso y el consumo de distintas tecnologías.
Me importa mucho compartir que usar las pantallas puede ser a favor de la vida familiar, ya que independientemente de que nos guste su uso o no, la vida en tiempos de distanciamiento social sucede a través de ellas: clases, reuniones y juntas de trabajo, festejos, tareas, actividades extraescolares, conciertos, pasteles de cumpleaños, ruedas de prensa, etc. Nuestros hijos no son ajenos a esto. Quizá nos preocupa que el tiempo de uso es excesivo, que son muchas las horas que están frente a un dispositivo, pero aquí vale la pena analizar que el uso no siempre representa un consumo pasivo, existen muchos momentos de creatividad, de aprendizaje y estas son interacciones activas que favorecen la creatividad. Un ejemplo concreto es que mi hija de 9 años ha tomado más de 20 clases de pintura en línea, las cuáles disfruta profundamente y la han llevado a aprender técnicas a evolucionar en su pericia, además de que socialmente interactúa con muchas personas de diversos lugares y edades.
NO se trata de debatir sobre qué es lo mejor o que es lo peor en la crianza y la tecnología, la mayoría de las familias están haciendo lo mejor que pueden con lo que tienen y el uso de pantallas representa también una herramienta disponible de enseñanza, aprendizaje, entretenimiento y vinculación familiar.
Es un buen momento para practicar que la enseñanza o la guía debe de estar por encima del control. Esto siempre funciona en la crianza. Si hago las cosas desde el amor, se interpretan así y no son un control o una amenaza, el resultado seguramente será más sencillo de obtener porque habrá menos resistencia. Cuando acompañamos y guiamos los niños y a los adolescentes sienten que son parte de las decisiones y que no todo es impuesto.
No hay fórmulas mágicas, todos estamos aprendiendo, aplicar la máxima “niño ve, niño hace” puede ser una gran herramienta. Si no sabes exactamente cómo manejar el uso de la tecnología empieza por observar lo que tú haces y corrige si acaso es necesario:
- ¿Estás siempre pendiente de tu celular?,
- Al tener conversaciones en familia o con tus hijos ¿los miras a ellos o a tu pantalla?,
- ¿Te distraes de los momentos familiares por ver tu teléfono?
Son solo ejemplos para caer en la cuenta de qué observan nuestros hijos cuando nos miran usando “nuestros aparatos” … si somos congruentes será más fácil enseñar reglas que compartimos y no solo que imponemos. Si nos involucramos mas en familia podemos espaciar el uso de la tecnología y usarla con muchos beneficios y menos riesgos.
Nuestros hijos pueden ser mas expertos en el uso de la tecnología que nosotros, pero nosotros tenemos la ventaja de ser mas experimentados en la vida y aquí es donde se combina la crianza, los valores y el uso de las pantallas y eso genera verdadero trabajo en equipo.
Difícilmente hoy podríamos prescindir de la tecnología, eso no significa que la que usamos es nociva. Puede ser muy positiva y algunos de los beneficios a tener en cuenta son:
-Inteligencia emocional vs inteligencia digital (los padres guiamos y alertamos sobre precauciones, privacidad, responsabilidad social y personal, riesgos digitales y establecemos los límites y las consecuencias).
– Es una excelente oportunidad para reconocer nuestro propio nivel de alfabetización digital.
– Es una ventana para conocer y entender el mundo de nuestros hijos.
– Crear medios de comunicación y vinculación (familia, amigos, escuela, trabajo).
– Los niños y adolescentes consumen y crean contenidos, toca estar atentos y presentes.
– Momento perfecto para establecer o reestablecer los valores familiares que se extienden a la vida digital.
No es sencillo, no es fácil para todos seguir el ritmo que requiere usar la tecnología, pero podemos aprender: hay textos, sitios expertos como Dialogando, tutoriales, etc. Puede ser un reto positivo para ponernos al día, para mejorar nosotros mismos en el uso y consumo de medios tecnológicos. Pronto sabremos un poco mas de lo que nos dejará el uso de pantallas, pero por ahora mantengamos el uso de la mejor manera, no deja de ser un tema de familia, no reemplaza a las personas, veamos la manera en que nos acerca y mantengamos una presencia cercana con nuestros hijos, el vínculo del amor no se acaba y depende de nosotros hacerlo más fuerte.
Autor: Karla Lara, @karlamamadecuatro