Para reconocer una noticia falsa, enciende la luz
Cuando se enciende un faro en el mar, su alcance luminoso puede llegar a una media de 10 millas. Cuando se lanza una noticia falsa a las corrientes de Internet, su alcance es tan grande como sus efectos negativos sobre las personas que reciben esta información. La expresión «navegar por Internet» nunca ha sido tan acertada como en nuestros días. El tema de las noticias falsas está recibiendo mucha atención últimamente, debido al papel que Facebook y otras redes sociales desempeñan en nuestro consumo diario de noticias y a sus estrategias para combatir la propagación de información engañosa. Un estudio de Stanford demuestra que la mayoría de la gente no sabe cuándo una noticia es falsa.
Según los investigadores de esta universidad, más del 80 % de los estudiantes entrevistados no saben distinguir un contenido patrocinado o «publicidad nativa» de una noticia real. Estos estudiantes tuvieron dificultades para determinar si una noticia compartida en las redes sociales era auténtica, y basaron su decisión en elementos extraños o incluso irrelevantes. Las webs para crear y compartir noticias falsas son ya muy habituales y propagan mentiras que las corrientes digitales engullen a base de clics motivados por la curiosidad. En Facebook, este tema ha generado polémica. Este portal fue duramente criticado tras la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, cuando diversos usuarios, investigadores y columnistas de la prensa estadounidense afirmaron que las noticias falsas sobre los candidatos podrían haber influido en la decisión de los electores. Los críticos afirman, además, que la empresa no toma precauciones suficientes para impedir que las agrupaciones políticas difundan bulos en la red. Tras la polémica, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, anunció planes para combatir la circulación de noticias falsas en la red social. En una publicación en su perfil, Zuckerberg dijo que la empresa «hace tiempo que lidia con ese problema y que se toma en serio esa responsabilidad». Pero también afirmó que se trata de un tema «complejo, técnica y filosóficamente», ya que Facebook no quiere desalentar a la gente a compartir sus opiniones ni convertirse en un «árbitro de la verdad». El CEO de la empresa señaló también que están desarrollando siete propuestas para combatir la desinformación de forma más eficiente:
1. Desarrollar sistemas técnicos más eficientes para detectar lo que la gente denunciará como falso antes de que lo hagan;
2. Facilitar el procedimiento para denunciar las noticias falsas;
3. Colaborar con organizaciones de verificación de datos;
4. Señalar los enlaces que hayan sido denunciados como noticias falsas y mostrar avisos cuando la gente lea o comparta estos enlaces;
5. Incrementar las exigencias de calidad para los enlaces que aparecen como «relacionados» en la línea de tiempo;
6. Dificultar que los portales de noticias falsas se lucren con anuncios;
7. Trabajar con periodistas para aprender métodos de verificación de datos.
El lucro mediante la venta de anuncios publicitarios en los portales de noticias falsas impulsa que estas páginas crezcan cada vez más. El reto de Facebook es evitar que los contenidos humorísticos o satíricos se conviertan en invenciones más elaboradas y compartidas en las redes sociales. La mejor arma contra la desinformación es la información de calidad. El valor social que una persona adquiere al compartir o comentar una noticia falsa en redes sociales es mucho mayor que cuando comparte un artículo de un periódico reconocido. Por eso es necesario encender las luces del faro de la información para navegar sin dejarse atrapar por las mentiras digitales.